Pisos embargados: Noticias y artículos de interés
Tenían un piso, pero hoy sólo tienen una enorme deuda. Los acreedores han ejecutado en la región 27.432 hipotecas desde 2008, según el Consejo General del Poder Judicial. Sólo en 2010, 10.276 propietarios incapaces de hacer frente a las mensualidades vieron cómo sus viviendas salían a subasta por cifras mucho menores a las que figuraban en su contrato.
Para interponerse a la cascada de desahucios, que crecieron un 266% de 2007 a 2009 (de 2.800 a 10.600), Madrid ha importado de Cataluña la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que ayer presentó la Federación de Asociaciones de Vecinos (FRAVM).
La plataforma trata de parar el vendaval hipotecario que deja sin casa a propietarios y avalistas y darles asesoramiento jurídico, ya que no pueden acceder a la justicia gratuita. "Como tenemos un piso no podemos acceder a un abogado de oficio", lamenta Aída Quinatoa, su portavoz. Mientras dura su proceso judicial, sus pisos cuentan como patrimonio.
En el fondo de las cifras está la crisis económica -surgida del propio mercado de las hipotecas traducida en el incremento del paro, la subida del Euríbor en un punto desde hace un año y la cadena de avales cruzados en la que se vieron enmarañados muchos a la hora de conseguir su préstamo.
La asociación denomina a este proceso "fraude hipotecario", ya que se basaba en que personas desconocidas entre sí hacían de avalistas antelas entidades financieras y eran contactadas por las propias inmobliarias. En caso de que alguno de los eslabones no pueda hacer frente a los pagos, queda salpicado el resto de la cadena de "avalistas solidarios".
"Los bancos otorgaron hipotecas a pesar de que muchos de nosotros teníamos unos ingresos bajos. Y sobrevaloraron la vivienda aumentando así la deuda contraída", explicaba Quinatoa ayer. Su intención, en última instancia, es que quienes no puedan pagar salden su crédito con la entrega del piso.
La hipoteca a la americana saltó ala campaña electoral por un anuncio de la presidenta Esperanza Aguirre, que pretende obligar a los bancos a no llamar hipoteca a estos créditos que no se saldan con la vivienda. Sin embargo, PSOE y PP rechazaron este año en el Congreso cambiar la ley hipotecaria.
Cesar Rodríguez tiene 49 años, es de Ecuador y lleva 17 años en España. En 2006 se decidió a comprar un piso, pero la inmobiliaria le dijo que necesitaba otra nómina. Rodríguez recurrió a su hermana, que también se compró un piso. "Resulta que con una nómina no se puede comprar un piso y con dos se pueden comprar dos", relata Rodríguez. "En tres días compramos dos pisos por 48.000 euros". También necesitaba un aval por cinco años, pero todo lo arregló la inmobiliaria. "Una persona que no conozco aparece en las escrituras como deudor solidario".
Con el tiempo Cesar Rodríguez se quedó sin trabajo, no pudo pagar la hipoteca y le quitaron el piso. "Hoy debo 305.000 euros", dice resignado. Gracias a su hijo ya su hermana sigue adelante, mientras su caso lleva dos años en manos judiciales.
Aída Quinatoa es la portavoz de la plataforma. Lleva 11 años en España y también es una afectada. "Teníamos que comprar un piso y un requisito era firmar el aval a una persona desconocida", reconoce. "Ahora tengo que cargar con más de una deuda".
Quinatoa vive con su marido y, como ella misma reconoce, "afortunadamente", no tiene hijos. "He dejado de comprar ropa y apenas gastamos dinero en alimentos básicos". Esta mujer ecuatoriana es fuerte y alegre, todo lo contrario que su pareja, ahora en paro. "Mi marido se desanima por todo y me toca estar siempre con ánimos".
Gracias a la plataforma que lleva germinándose dos meses se siente más arropada. "Veo a gente muy positiva y con mucha fuerza, además estoy aprendiendo nuevas formas de lucha".
Fuente: Adn.es
Editado por: Pisos embargados
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